El pasado septiembre, el Ejecutivo de David Cameron anunció la creación de esa nueva fuerza, llamada Unidad Conjunta de Ciber Reserva, que defenderá la seguridad nacional, salvaguardando las redes de ordenadores y la información importante.
La iniciativa del ministerio británico de Defensa, valorada en 500 millones de libras (589 millones de euros; 805 millones de dólares), tiene previsto reclutar a cientos de reservistas como expertos informáticos para trabajar junto con las fuerzas armadas. El Gobierno confía en abordar la escasez de personal con las habilidades tecnológicas y el conocimiento necesario para proteger a las corporaciones, al Ejército, y a los sistemas gubernamentales de ciberataques.
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