Según publicaba el Observatorio sobre el uso de redes sociales en España, “el 49,97% de las PYMEs españolas aún no utilizan plataformas sociales en su día a día corporativo. De éstas, seis de cada diez piensa entrar en el futuro, y el restante 40%, no lo tiene planeado”.
Pues según publicaba el estudio, tres son las principales dificultades que una pequeña o mediana empresa encuentra para utilizar las redes sociales en la promoción de sus productos o servicios:
1- Dificultades en el uso de redes sociales. La principal, la inseguridad jurídica causada por los términos legales empleados por sus administradores, así como sus variaciones constantes, es decir, la dificultad tanto en lo que se refiere a “la comprensión de sus normas de uso para empresas, como al hecho de que dichas normas son modificadas a menudo y sin previo aviso”.
2- Dificultades en la comunicación con los usuarios. Hace referencia al riesgo que supone abrir una comunicación directa con los usuarios, de manera que éstos pueden tanto hablar de manera positiva de los productos y/o servicios como de manera negativa. La respuesta por parte de la empresa comprende diferentes posibilidades que van desde la opción de borrar los comentarios negativos, hasta la de ofrecer siempre una respuesta a esos comentarios. No se trata de censurar sino de escuchar.
3- Dificultades en relación con la permanencia en las redes sociales. Hace referencia a la complejidad de permanencia en redes sociales. El problema que subyace en este sentido es que las posibilidades comunicativas que ofrecen las redes sociales sólo pueden alcanzarse mediante una dedicación constante y rigurosa.
En definitiva, Sección 9 pregunta: ¿son suficientes estas excusas para no subirse al tren de las redes sociales?
0 comentarios:
Publicar un comentario